Llamados a ser comunidad - Manual Para el líder de grupo
About the book
Esta guía para vivir una espiritualidad de comunión es mejor usada en pequeños grupos de 10-15 personas, quienes se encuentran una o dos veces al mes en un hogar o en un lugar parroquial. Cubre 12 puntos de una espiritualidad de comunión que ayuda a los participantes a integrar el Evangelio en sus vidas cuotidianas y a formar el tipo de “comunidades de parroquias vivas” que fueron pensados por el Concilio Vaticano II.
Endorsements
La Iglesia ha emprendido un esfuerzo renovado para cumplir el mandato de Jesús de llevar el Evangelio hasta los confines de la tierra. Dentro del contexto actual, se deben buscar ‘nuevos métodos’ para comunicar efectivamente la belleza de vida del Evangelio.
"Llamado a ser Comunidad” es un programa que ofrece un modelo cabal de evangelización, que emana de una espiritualidad de comunión demostrada. Su objetivo es que la gente se renueve en conjunto en la palabra de Dios y reivindicar la dimensión comunitaria de la vida cristiana. El título de "discípulos misioneros" citado por el Papa Francisco en Evangelii Gaudium (La Alegría del Evangelio) expresa una consecuencia concreta del presente programa.
He sido parte del programa y lo recomiendo ampliamente a las diócesis, parroquias y otros grupos de reflexión que quieren descubrir lo que significa ser Iglesia - discípulos misioneros
Me impresioné con los dos contenidos y el formato. Esta guía puede ciertamente ser un instrumento válido y útil para catequizar adultos. Está bien organizado y bien presentado es accesible para la gente. El material efectivamente refuerza la improtancia de poner en práctica el Evangelio cuando se comparten y relatan las experciencias
Esta guía alienta a uno a mirar la hermosa realidad de vivir en comunion, tanto con Dios Trino como con el hermano. Las anécdotas y las reflexiones son testimonios maravillosos e invitaciones a vivir en comunión precisamente en el día a día
Veo un enorme potencial en este programa…por que tiene simplicidad y claridad. Siento que puede despertar la fe latente de alguien que no la ha puesto en práctica.
Es bueno que las experiencias compartidas nos sean necesariamente dramáticas o enormes, mas bien están enraizadas en el diario vivir. Esto en si mismo podría ser una ‘revelación’ para nuestros feligreses